Boxeo Estelar
Me sorprendió un Canelo pensando, esperando y con estrategia. Se notó nada más salir al ring. Saúl se movía mejor que de costumbre y aunque Trout se anotaba el primer asalto, fue sólo por la pasividad del mexicano en los dos primeros minutos.
Esta vez el Canelo hizo muchas cosas bien: cabecear para quitarse el jab de Trout, lanzar combinaciones uno-dos al rostro con bastante efectividad, uppercuts de derechas al contraataque de los directos del estadounidense, buen desplazamiento en el ring, buena distancia, buen tempo del combate, magníficos movimientos en las cuerdas cuando lo acorralaban y lanzaban combinaciones…
Y ganó con justicia, en mi opinión, aunque por menos margen del que parece. La ventaja que le dieron las cartulinas (en las mías, por lo menos) fue motivada por la caída de Trout a la lona. Porque el mexicano, aunque se intuía mejor, no materializó con claridad esa ventaja. Tal vez por dosificarse o por prudencia. Sea cual sea de las dos, si fuera alguna de ellas, yo lo aplaudo. Prefiero un boxeo inteligente…
Y esta vez me hizo perder en las apuestas después del buen pellizco que me regaló Rigondeaux, en el que confié como confiaba en Trout. No deberíamos olvidar que el estadounidense es de los boxeadores más incómodos que pueden encontrarse en estos pesos.
Así pues, el Canelo demostró su clase y su valía. Se proclama campeón (a mi parecer, legítimo por fin) y uno de los púgiles a seguir en los próximos meses, por el bien del espectáculo. Esperemos que puedan presentarse combates interesantes ante rivales de la talla de Sergio Martínez o Mayweather.
Bravo por el Canelo, que desde hoy tiene un nuevo admirador. Todavía no fanático, pero sí un respetuoso admirador.
Deja tu comentario!
0 comentarios:
Publicar un comentario